Cada conductor realiza seis acciones al volante que le suponen perder de vista la atención en la circulación
Las distracciones que se producen al manipular elementos cuando se va conduciendo,
así como las derivadas del desconocimiento de las nuevas tecnologías que incorpora el
automóvil han sido analizadas en el último estudio impulsado por las empresas BP,
Castrol y el RACE. De media en cada trayecto, cada conductor realiza seis acciones que
le suponen perder de vista la atención en la circulación. Y la distracción, en España, es
el primer factor humano que interviene cuando se produce un accidente de tráfico. Por
ello, BP, Castrol y el RACE han puesto en marcha la campaña #manosalvolante para
concienciar sobre el peligro que suponen las “distracciones manipulativas” y la
importancia de conocer las tecnologías del vehículo. La iniciativa quiere mejorar la
seguridad en todos los desplazamientos, ya sean de corto o de largo recorrido, mediante
un comportamiento responsable.
Entre las acciones que pueden originar una distracción dentro del vehículo, buscar algo
en la guantera, manipular el navegador o la radio. Se detecta un nuevo modelo de
distracción, el relacionado con el desconocimiento de las funciones avanzadas que
ofrecen los vehículos, como el limitador de la velocidad, el control de velocidad o el
sistema de alerta de cambio de carril, entre otras. "Aunque en los últimos años la
información que recibe el conductor a través de los dispositivos a bordo ha mejorado en
gran medida, existe mucho desconocimiento sobre las tecnologías que incorporan los
vehículos más modernos, sistemas de interacción entre el conductor y el automóvil, que
suponen una gran ayuda para evitar los accidentes de tráfico", detalla la información.
Ante estas nuevas tecnologías, el 62% de los conductores encuestados considera que le
ayuda bastante en la conducción, y también les da confianza en un 49% de los casos.
Pero la falta de conocimiento que existe sobre el funcionamiento de estas tecnologías puede tener efectos negativos en la conducción, ya que un 6% llega a asustarse por estos
sistemas; a un 13% les estresa, a un 14% les crea incertidumbre y a un 25% les llega a
distraer bastante o mucho.
Los conductores españoles reconocen que, a diario, realizan determinadas acciones de
forma habitual, y que van asociadas a una conducción normal, como usar el
limpiaparabrisas o luces en un 97% de los casos; un 94% sube y baja las ventanillas, el
89% regula el aire acondicionado, y el 88% manipula la radio o escucha música.
Existe un segundo tipo donde el nivel de distracción es mayor porque va aumentando el
riesgo de no ir atento al tráfico. Un 42% de conductores que regula los retrovisores
mientras conduce, el 22% confiesa regular la posición del asiento o reposacabezas, y un
28% reconoce que maneja el navegador/GPS mientras está en circulación. Todas estas
acciones deben realizarse antes de comenzar el desplazamiento, con el vehículo parado,
sin poner en peligro la circulación.
Hay un tercer grupo de acciones que se realizan en menor medida, pero implican una
mayor distracción y un mayor nivel de riesgo. Un 4% de conductores que accede a
Internet desde el vehículo, un 14% que mientras conduce intenta sincronizar
dispositivos con el vehículo, un 16% que busca objetos en la guantera o el 22% que usa
el ordenador de a bordo.
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